Armar el pesebre es construir decididamente el camino hacia la Navidad. A la luz del pesebre preparamos, no una fiesta, sino esta celebración tan importante para los cristianos. Y como toda celebración de la Fe, la Iglesia la prepara antes y la continúa celebrando después.
Ser solidario y pensar en el otro también es indispensable para disponer el corazón para el nacimiento de Jesús.
El Programa FE nos invita a comprometernos en la solidaridad alrededor del pesebre, y por eso lo armamos en nuestras casas, como forma de adentrarnos de un modo aún más hondo en la preparación de la Navidad.


Con nuestros gestos y con nuestra solidaridad, también armamos el pesebre en el corazón de aquellos que más lo necesitan.

Oscar Ojea, presidente de
la Conferencia
Episcopal Argentina
“Todos los seres humanos necesitamos detenernos para contemplar lo más importante de la vida. Esta es la necesidad de la celebración, de la fiesta. En este sentido, en la Navidad queremos hacer presente lo que más amamos, lo que le da sentido a nuestra vida. Si somos cristianos es el señor Jesús que viene en la carne para salvarnos. Y también queremos hacer presentes a todos nuestros seres queridos, tenerlos en el corazón, darnos cuenta y volver a decirles que los queremos, cómo los queremos, los valoramos y los necesitamos. La Navidad es la fiesta del corazón. Dios viene a nosotros y quiere que detengamos un poquito el tiempo para celebrarlo”.
Oscar Ojea, presidente de la
Conferencia Episcopal Argentina
“Pocas fechas me resultan tan especiales como la Navidad. Navidad para mí es ese sí a Dios dicho con toda mi alma. Es esperanza en que siempre somos escuchados y salvados por Él. Navidad nos recuerda que en lo más pequeño se halla escondido lo más grande. Para mí, Navidad es el llanto de cada niño vulnerable y fuerte a la vez, que solo nos pide ser acogido con toda ternura en nuestro corazón. Para mí, Navidad tiene un solo nombre y es Jesús”.
Ángeles, Pergamino, Buenos Aires

Ángeles, Pergamino, Buenos Aires

Guillermo Caride, Obispo Auxiliar de San Isidro
“Celebrar la Navidad para mí significa ponerme en contacto con la ternura de Dios, contemplar la ternura de Dios, como Dios que se acerca, que cuida, que acompaña, es poder contemplar esa belleza. Algo que siempre pido en este tiempo del Adviento para prepararme a celebrar la Navidad es tener los ojos de los chicos cuando se ponen a mirar el pesebre, esos ojos que se abren para poder contemplar todo, para poder captar la belleza del nacimiento de Jesús. ¡Feliz Navidad para todos!”
Guillermo Caride, Obispo Auxiliar de San Isidro
“La Navidad es el tiempo oportuno para descubrir que Dios está entre nosotros. Dios nos ama tanto que está y estará siempre con nosotros. No está escondido o en lo secreto para ser descubierto solo por algunos. Dios está visible y, en estos tiempos, muy visible, porque Dios está en cada pobre y enfermo, en cada familia sin vivienda o sin trabajo, en cada hermana o hermano necesitado. La Navidad es el tiempo de la presencia de Dios, esa es nuestra certeza: no caminamos solos, Dios está con nosotros, esa es nuestra esperanza”.
Jorge Eduardo, Arzobispo de Mercedes Luján

Jorge Eduardo, Arzobispo de Mercedes Luján

Viviana, Jujuy
“Navidad es poner en silencio el corazón para escuchar el latido de la vida: de la vida propia y de la vida de las personas que nos rodean, porque estoy segura de que en cada latido nos habla Dios”.
Viviana, Jujuy
“Navidad para mí es saber que el poder omnipotente de Dios está presente en un niño recién nacido envuelto en pañales y recostado en un pesebre, el niño Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Y cómo esto trastoca en nuestra vida: contemplar un niño recién nacido y saber que ahí está el poder de Dios para el bien, para la paz y para la alegría. Que podamos recibir al niño Dios en nuestro corazón en esta Navidad”.
Gabriel Mestre, Obispo de Mar del Plata

Gabriel Mestre, Obispo de Mar del Plata

Andrés Stanovik, Arzobispo de Corrientes
“Para mí la Navidad es Dios que está cerca, que quiere estar cerca, que le interesa estar cerca. Ese Dios es Jesús que vino en la humildad de nuestra condición humana, que está y viene continuamente en su palabra, en su pan, en tu hermano y tu hermana, pero sobre todo en el más pobre y abandonado. Y que vendrá para darle el toque final y glorioso a toda la creación. Cómo no hacerle un lugar. Ojalá que sea el lugar central de tu vida, de tu familia, de tu lugar de trabajo y de diversión. Su presencia lo hace todo mejor y más fácil. Dejalo que se acerque y sentí su abrazo. Él está y viene para ayudarnos a superar distancias, rencores y resentimientos. Él, junto a su virgen madre, nos hace familia, pueblo, Iglesia. Él es paz, encuentro y felicidad. Te deseo una santa y muy feliz Navidad”
Andrés Stanovik, Arzobispo de Corrientes
“La Navidad significa una mezcla de emociones, un mes donde la cabeza está revuelta con ganas de volver a casa. Es un mes en el que, si no te tomás fuerte de la mano de Jesús y de la Fe, se hace bastante complicado. Tenés miles de recuerdos de la última vez que estuviste en la mesa un 24 de diciembre, es el mes de querer estar en comunión con Dios, es un mes en el que extrañás, es un mes en el que pensás que es un año que se termina, un año más cerca de la libertad. Es un mes en paz, es un mes en Dios, de lágrimas y de alegrías, es un mes más para salir adelante”.
Santiago, detenido en el Penal 47 de San Martín

Santiago, detenido en el Penal 47 de San Martín

Jorge Lozano, Arzobispo de San Juan
“En Navidad celebramos que lo grande se hace pequeño, lo fuerte se hace débil en un niño frágil, para que nos animemos a abrazarlo y acercarlo con ternura. Navidad es Dios con nosotros y nosotros con él”.
Jorge Lozano, Arzobispo de San Juan